Roberto Fiestas, de campeón mundial a pescador de pota

Artes marciales 

Roberto Fiestas, de campeón mundial a pescador de pota 

. El deportista ha tenido que reinventarse para sobrevivir


M. Seminario y María G. Urtecho –Piura– 31 MAY 2021    

Roberto Antonio Fiestas Castillo, paiteño, es un peleador de muay thai que a sus 19 años tenía un futuro como deportista profesional. Sin embargo, la crisis sanitaria y económica lo obligó a aparcar el deporte, y dedicarse a la pesca de pota en su ciudad natal: Paita.  Fiestas Castillo, junto a su familia se interna ocasionalmente diez días en altamar a pescar artesanalmente este calamar gigante. 

La actividad pesquera era—antes de la pandemia— un trabajo esporádico; pero actualmente, debido a la falta de campeonatos y eventos internacionales, tiene que tomarlo como un modo de subsistencia económica. De esta manera, Fiestas forma parte del porcentaje de deportistas calificados que perdieron sus empleos por el cierre de fronteras, la falta de eventos o el recorte de personal en sus federaciones. 

«En Paita hay más de dos mil botes que se dedican a lo mismo. Nosotros regresamos con treinta toneladas de pota a tres soles el kilo. Es buena ganancia, allí está la plata», comenta Roberto. Y es que según el Reporte de Comercio Regional de Piura del primer semestre del 2020, somos el primer productor y exportador de productos hidrobiológicos y pota.

El sueño de ser deportista profesional de artes marciales —específicamente del boxeo tailandés— comenzó en el 2013, cuando tenía doce años. «Empecé con un amigo que también es peleador en Paita, Eduardo Garro, y de inmediato me enamoré del deporte. Años después, fui a competir a un campeonato regional a Máncora y gané mi primera medalla. Gracias a esto, un gimnasio de Los Órganos me contactó, Casa Tallán, y propusieron pertenecer a su equipo de peleadores. Me adoptaron como un hijo y me brindaron hospedaje, alimentación, vestido y, sobre todo, me entrenaron de la mejor manera», cuenta Roberto. 

Su carrera como peleador se formalizó cuando compitió profesionalmente para la Federación Peruana de Muay Thai. «En julio del 2017 viajé a Tailandia a prepararme para el campeonato mundial organizado por la IFMA (International Federation of Muaythai Associations) que se iba a dar en Italia el año siguiente», explica Roberto. En ese evento obtuvo dos medallas de oro que lo coronaron como dos veces campeón del mundo. 

«En el 2020 estuve nuevamente en Tailandia preparándome para otro mundial, pero a pocos días se canceló por el Covid, y tuvimos que regresar a Perú», señala el peleador. Después de 78 peleas en veinte países diferentes, después de haber sido dos veces campeón regional, dos veces campeón nacional y doblemente campeón mundial, Roberto decidió enfocarse en otra actividad. «Esto es temporal. Uno no se puede quedar sin ganar dinero, tienes que buscar la forma de sobrevivir», declaró. 

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