Impacto positivo de la vacunación 

Eduardo Gotuzzo propone vacunar con una única dosis a quienes ya enfermaron de coronavirus 

. El infectólogo defiende la importancia de inmunizar a la población, incluidos adolescentes y gestantes, para controlar la aparición de nuevas variantes 

. Estima que la mayor parte de la población estará vacunada en diciembre de este año 

Redacción | Piura | 3 MAYO 2021 

¿Cómo conseguir una mayor inmunización en el país? Aunque reconoce que es polémico, y hasta que haya suficientes vacunas, el infectólogo Eduardo Gotuzzo propuso vacunar con una dosis a las personas que ya enfermaron de coronavirus. Según explicó, con un millón de vacunas, el Estado puede inmunizar a medio millón de aquellos que ya atravesaron el mal y a otros 250 000 con dos dosis, es decir, 750 000 en total. “Esa diferencia, en este momento, es muy útil”, añadió. 

Explicó que quien que ya atravesó la enfermedad, ayudado por una única dosis, puede desarrollar hasta 100 veces más de anticuerpos. Dijo que, aunque es algo que aún se está estudiando, ese individuo puede quedar protegido hasta por 8 meses. 

Durante la conferencia sobre el impacto de la vacunación, que dio el lunes pasado a los alumnos de Comunicación de la Universidad de Piura (Udep), el especialista aconsejó que, después de proteger a médicos y las fuerzas de seguridad, se proceda a vacunar a las personas con comorbilidades, es decir, jóvenes obesos, que tengan síndrome Down, personas que hayan desarrollado diabetes antes de los 60 años, que sufran enfermedades crónicas, en diálisis, en espera de trasplante o que tengan 15 años de haber sido trasplantados; incluso a mujeres gestantes. 

Criticó así las prohibiciones impuestas por el Gobierno para no recibir a las vacunas sin haber sido consultadas con los especialistas. En su opinión, frente a las dudas, lo que deben hacer es consultar a los médicos. “No se puede decir que no se vacuna a los pacientes con sida o a las mujeres embarazadas, porque eso no le toca al estado, que debe hacer normas para que las personas busquen a su médico [si hace falta]”, explicó. 

Para Gotuzzo, Perú es uno de los países con los mejores programas de vacunación, un ejemplo fue la campaña que hizo contra la polio. Esa “experiencia para vacunar”, y solo si se cuentan con los instrumentos necesarios, bajo la responsabilidad de los que saben, le llevan a pronosticar que “para noviembre o diciembre se puede tener a la mayor parte de la población vacunada”. 

Consideró importante el trabajo que la alemana CureVac hará en el Perú, para estudiar el efecto de su fármaco en cincuenta adolescentes entre 12 y 18 años, tal como lo ha hecho Pfizer en otros países. “Uno de los grandes sueños es que los chicos regresen al colegio”, aseguró. En su opinión, el hecho de que un niño “pierda dos años de su vida, en una cuarentena que no lo deja hacer deporte, hacer música, que no lo deja bailar, es un daño enorme para su desarrollo”. Para el especialista, los niños deben ser vacunados, especialmente porque “Pfizer está sacando información que en chicos de 12 años no ha habido problemas”. 

La vacuna, el camino 

Gotuzzo aseguró que las vacunas reducen la mortalidad y la morbilidad, lo que debe verse además como una mejora de la situación económica del país y su productividad. “Muchos se quedan con daños en el pulmón, con daños en el sistema nervioso, en el sistema muscular y dejan de trabajar por tres meses, seis meses, ocho meses, un impacto brutal en la economía”, sostuvo. 

Consideró positivo que países como Inglaterra o Israel hayan reducido no solo la mortalidad, sino el curso severo de la enfermedad. “Ayer, después de ocho meses, en Israel no ha muerto nadie de coronavirus por primera vez y, desde hace un mes y medio, el número de hospitalizaciones y de fallecidos comenzó a bajar”, sostuvo. 

Sobre las diversas variantes que hoy circulan, explicó que las vacunas reducen el “impacto de la transmisión de la enfermedad”, dado que se reduce “la carga viral que existe en la comunidad, y la chance matemática que haya mutantes cada vez se viene abajo”. Según explicó, reducir la transmisión significa que morirán menos personas. 

Además, criticó a los grupos antivacunas. “Soy un acérrimo defensor de las vacunas, porque a excepción del agua potable, no existe otra medida en el mundo que reduzca la mortalidad de cualquier enfermedad”, aseguró. Por ello, pidió buscar información en sitios que den garantía sobre cuestiones que ya se conozcan. “Todo los demás son fantasías”, concluyó. 

Exceso de confianza 

El especialista profundizó en las diferencias que existen entre las principales vacunas, porque su efecto es distinto según la zona del planeta donde se apliquen. “Es cierto que es un tema confuso, porque nunca hemos tenido tantas vacunas para una sola enfermedad, además cada una tiene su perfil”, indicó. Sin embargo, insistió en que todas las “vacunas que son aceptadas por la OMS tienen un margen arriba del 50 % de protección, y que los vacunados que enferman desarrollan formas bastante leves de la enfermedad”. 

Sin embargo, explicó que en Estados Unidos, de 77 millones de vacunados, 73 perdieron la vida con el virus, lo que lleva a concluir que las vacunas no protegen de forma perfecta de las formas graves. “Siguen siendo extremadamente buenas y seguras, pero no son al 100 por ciento”, sostuvo. 

Gotuzzo dijo que, al mirar la curva de contagiados entre el personal de salud ya vacunado, era claro que existía “un exceso de confianza en la vacuna”. Por ello, recordó que estos fármacos hacen el mejor efecto dos semanas después de haber sido administrados. 

Sin liderazgo 

El experto explicó que el país hoy tiene un sistema de salud de hospitales del siglo XX para el siglo XXI, con médicos y personal sanitario que, después de 20 años de entrenamiento, tienen sueldos alrededor de los 2000 soles. Señaló que esa estructura de salud ha impedido que el Estado reaccionara con rapidez en la pandemia. 

“No hemos aprendido ninguna lección y seguimos en el pico de la ola como el país de peor rendimiento en el mundo”, sostuvo. Para él, esta situación produce vergüenza y dolor. “Si algo ha faltado en el Perú es liderazgo”, sentenció.